Ilka Oliva-Corado
Cada vez que puede, Perfecto le cuenta al que se va encontrando en su camino que desde hace años tiene a su familia en Estados Unidos y que les arregló papeles a todos sus hijos, que hasta nietos le nacieron en El Norte. Pero la verdad es otra, la realidad de Perfecto es como la de miles de indocumentados, le da vergüenza decir que no tiene documentos y el miedo a la deportación lo hace mentir constantemente sobre su vida en el país.
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